- Área: 750 m²
- Año: 2013
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Fotografías:Hector Armando Herrera
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Proveedores: Teka, GRAPHISOFT, Escenium HAUS, VALVO
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Ganadora del premio Chicago Athenaeum 2014 en la tipología residencial, Casa Fuego 121 nos envuelve en un espacio armonioso en donde los colores neutros nos brindan una sensación única.
Concreto, madera, cristal y granito son los materiales que dan forma y sentido al proyecto de CASA FUEGO 121, en donde se mezclan y conviven de manera racional representando intrínsecamente su naturaleza y fin primordial.
Una línea continua de concreto va trazando el perfil de la fachada enmarcando el pasillo de acceso mediante un espacio de doble altura. Este perfil invita a un volumen de cristal de la planta alta a que quede suspendido en el aire sin interrumpir sus vértices.
Mediante el uso de pigmentos naturales, arenas sílicas y granos finos escogidos, se dió color al concreto partiendo a los orígenes de el material, y la fuerza de la piedra, logrando ese sentido de sostenibilidad a la que alude el proyecto desde su concepción, pues cuenta con celdas solares, materiales sustentables, cristales inteligentes, iluminación a base de leds, planta de tratamiento, aprovechamiento de agua para riego y servicios, así como filtración y potabilizadores de agua mediante arenas y sales.
El agua como elemento de armonía se representa en un espejo de agua a lo largo del pasillo de acceso el cual invita a pasar a la casa, encontrando un remate verde al final del mismo. En el vestíbulo de acceso un puente sólido de madera rompe con la altura del espacio además de integrarnos en la escala de el lugar coronado por un domo en la parte alta, en donde la escalera -como elemento escultural- delimita la zona pública de la privada.
La cocina fue uno de los espacios mas importantes de la casa, se concibió como un lugar para convivir mas tiempo de el habitual, es por ello que se le destinó un gran espacio dentro de la casa, planteada como una gran barra central que aloja todo tipo de equipos.
Los espacios exteriores son los espectadores de el juego de luces y sombras que genera la casa al mismo tiempo que el sol, un gran árbol de formas caprichosas rompe con lo lineal del deck del pasillo de acceso, siendo el protagonista de ese espacio y de numerosas vistas interiores.
La sencillez y limpieza del proyecto se logró al diseñar elementos puros con materiales naturales, los cuales al estar debidamente aplicados, generan una calidez que al combinarse con el color blanco en muros y plafones distribuyen la luz y nos muestran un esquema de referencias y planos que delimitan visualmente cada lugar.
